
SANT ANTONI
El Mercado
âTodo se centra en el mercado,â dice una vendedora del mercado dominical de Sant Antoni. Su observaciĂłn es tanto literal como figurativa: el edificio antiguo del mercado estĂĄ situado en el medio del barrio y aunque estĂĄ en construcciĂłn en este momento, el mercado simplemente se ha extendido a las calles de los alrededores. Durante todos los dĂas laborables y sĂĄbados, se pueden encontrar vegetales, frutas, ropa y todos tipos de comida en el mercado. Sin embargo, lo que se diferencia el mercado de otros es los domingos: âEl Mercat de Sant Antoni es generalmente un lugar bulliciosoâsobre todo los domingos, en que se venden libros y se intercambian cromos, en vez de los gĂŠneros habitualesâpero en el fondo se trata de un paraje tranquiloâ (Rivero 145).
Bullicioso es una buena descripciĂłn del mercado, el cual mucha de la gente cree que es emblemĂĄtico de la cultura y sociedad del barrio (âLâHeptĂ legâ 8). SegĂşn lo que nos dijeron algunos vendedores del mercadoâambos del mercado dominical y del mercado diarioâla mayorĂa de los clientes son espaĂąoles, no turistas. El sitio de web de Sant Antoni y el Ajuntament de Barcelona apoyan esta afirmaciĂłn: âUnas 5 personas de cada 10 que pasean por Sant Antoni son de fuera del barrio y muchas del resto de Barcelona y de toda Catalunya vienen aquĂ a comprarâ (âInfo Corporativaâ). Lo mismo es cierto para los vendedores; la mayorĂa no son de Sant Antoni pero otras partes de Barcelona. De hecho, es un poco difĂcil de encontrar personas que son en realidad de Sant Antoni, especialmente en el mercado. Por eso, se puede decir que la comunidad del mercado es una mezcolanza, tambiĂŠn porque estĂĄ cerca del Raval, el barrio el barrio conocido por su diversa poblaciĂłn inmigrante. La gente viene de todos lugares para comprar y vender, y mĂĄs que muchos otros mercados es autĂŠnticamente espaĂąol debido a la clientela mĂĄs catalana y menos turista.



Tanto en el mercado y las tiendas de los alrededores, la mayorĂa de la mercancĂa es de segundo mano. Estos tipos de productos usados indican una ĂĄrea de la clase media y obrera. Aunque âla remodelaciĂłn de Barcelona y la prosperidad econĂłmica de toda EspaĂąa han elevado el nivel de vida de los habitantes del Eixampleâ en las Ăşltimas dĂŠcadas, el mercado todavĂa sirve un clientela de clase obrera (Rivero 146). Mientras que una mujer vende pelĂculas a varios clientes, explica que el barrio no tiene mucho mĂĄs que el mercado; no hay museos o arte como muchas partes de la ciudad. SegĂşn los vendedores, Sant Antoni realmente es un barrio para la persona promedia. No es muy refinado o lujoso pero tiene una cultura muy particular y, como otra vendedora nos dijo, âEs un buen lugar para vivir.â